Zaha Hadid se despegó de la construcción de su estadio Al Wakrah en Qatar, luego de que se supiera que cerca de 900 obreros han muerto en los últimos dos años en obras para el Mundial de 2022.

Entre los atributos de la arquitecta Zaha Hadid, se destaca sin duda es su capacidad para no dejar indiferente a nadie. Ya sea con sus obras y dibujos o sus declaraciones, la iraquí nacionalizada inglesa siempre se las arregla para ser noticia. En este caso, fueron sus palabras las que la llevaron a la primera plana, luego de que del diario inglés de The Guardian sacara un artículo denunciando que las obras en Qatar de cara al Mundial 2022 ya se han cobrado, en dos años, las vidas de casi 900 obreros. «No es mi deber como arquitecta estar pendiente de esas cosas», afirmó al sitio Deezer en la inauguración oficial de su Centro acuático Olímpico en Londres. «No puedo hacer nada con respecto a eso ya que no tengo poder allí. Creo que es un problema que ocurre en todo el mundo, y hay discrepancias en cómo tratar esta cuestión», completó. Una de los cinco estadios que actualmente está en construcción en Qatar es Al Wakrah, el polémico estadio de Hadid que ha sido criticado y burlado por su semejanza a una vagina. Con capacidad para 40 mil espectadores sentados, será una de las siete sedes centrales del Mundial que deberán completarse.

Alrededor de 1,2 millón de trabajadores golondrinas han llegado al emirato árabe en busca de trabajo desde que se anunció que la FIFA le había otorgado la organización del Mundial 2022. De ese total, el 44% corresponde a India y Pakistán, un 16% a Nepal, el 13% de Irán, el 11% de las Filipinas, el 8% de Egipto y el 8% de Sri Lanka. Además de que deben trabajar jornadas de 12 horas bajo un extremo calor y vivir en condiciones precarias, muchos de ellos llegan severamente endeudados. Esto se debe a los pagos que les realizaron a numerosos intermediarios antes de llegar, con el objetivo de asegurarse un lugar. Si bien las autoridades cataríes afirman que están buscando soluciones al tema, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales ya ha expresado su preocupación, pronosticando que si la tendencia actual sigue, la cantidad de muertes podría llegar hasta los 4 mil antes de que la pelota comience a rodar.

En Buenos Aires, la responsabilidad por la muerte en una obra recae siempre en quien lleva adelante la obra, ya sea una empresa o un contratista. «Un director de obra debe velar por la seguridad e higiene en el sitio. Debe informar cualquier trasgresión y tiene la facultad hasta de parar la obra si lo juzga necesario. Pero no es responsable penal ya que la empresa constructora es la creadora de riesgo, y no el director», explica el abogado y arquitecto Claudio Torres, profesor titular de la materia Dirección y Legislación de la Obra de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Más aún, por disposición del Decreto 911/96 del Reglamento para la construcción, contenido dentro de la Ley número 19587 de Seguridad e Higiene, no es legal que un director de obra sea responsable de la seguridad e higiene en una obra que él lleva adelante. De esta manera, es el Representante Técnico de la empresa quien debe responder ante un siniestro de este tipo.